Banda de Jesus Adian Romero |
El músico, que hace poco mas de un año reunió a 25.000 personas en ese mismo recinto, onsiguió números similares en esta ocasión, en la que visitó Costa Rica en el marco de la gira Soplando vida .
Desde temprano en la mañana, algunos jóvenes y pocos adultos esperaban en las afueras del estadio, y en horas de la tarde el asunto ya tomaba tintes masivos, pero llenos de tranquilidad y sosiego.
A eso de las 7:35 p. m., con las graderías, la gramilla y el sector de vip abarrotados, un video del músico explicando sus propósitos con esta gira de conciertos fue el que le dio la bienvenida a una velada de tintes espirituales y conmovedores por igual, que generó risas y empatía en un buen puñado de costarricenses de profundas creencias.
Un único fin. “Soplar vida donde hay muerte y necesidad” fue la frase más vitoreada del video, y la que le abrió el paso a Soplando vida , tema inicial del concierto, en el que Romero y sus músicos se hicieron acompañar por una potente luz roja que destellaba sobre la totalidad del escenario.
Ayer te vi y Fue por mí siguieron en el repertorio. Luego llegó el momento de El brillo de tus ojos, en la que las tomas de la tarima alternaban con el videoclip de la pieza en las pantallas del estadio.
Acto seguido, el intérprete se dirigió por primera vez al público, acaparando clamor por todos los frentes, al presentar la canción No necesito mucho con la frase “no necesitamos muchas cosas para vivir: el amor de los amigos, el amor de la familia y el amor de Dios”.
Durante la promoción del espectáculo, producido por One Entertainment, trascendió que Romero visitaría el país acompañado de una pequeña orquesta propia: 17 músicos, entre ellos Alex Campos y su hija, Melissa Romero, serían los encargados de poner a marchar un repertorio de más de 20 canciones.
“Pero alguien le había regalado un disco mío antes de hacerlo”, contaba el músico, sonriendo de poder compartir una historia que terminaba con la prevención de un suicidio y el que aquella muchacha necesitada de ayuda se sostuviera por su música y por sus creencias, convirtiendo a Dios en su razón para vivir, un mensaje similar al de la canción que luego cantaron Romero y Campos.
Luego, ambos interpretaron Suave voz , un tema compuesto por Adrián, el hijo de Jesús Adrián. “Cuando escuché la canción, me identifiqué mucho con ella y dije que algún día tenía que cantarla”, contó Campos.
“¿Por qué no te pones de pie para cantar esta canción?”, le preguntaba Romero al público. Dicho y hecho: el estadio entero se volvió a poner de pie, con sus manos al aire, en un nivel de comunión colectiva pocas veces visto, gracias a la canción Aquí estoy yo .
El concierto se alargó poco más de dos horas, en las que sonaron temas como Tu bandera , Cuenta conmigo, Mi herencia, entre otras.
Fuente: NoticiasCristianas.me